Recientemente, el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), el más relevante organismo estatal del sector de la atención a la dependencia, ha puesto cifras a la contribución del sector de la atención a las personas no solo como motor de creación de empleo, sino en la generación de riqueza.
Las cifras aportadas por esta patronal indican que, por cada millón de euros invertido, el sector social genera 40,4 empleos, consolidándose como el mayor contribuyente a nivel de creación de nuevos puestos de trabajo en España. En nuestro país, más de 229.280 trabajadores se ocupan de la atención de las 312.984 personas que viven en las 5.556 residencias, y que suponen un total de 384.251 plazas.
Pero no solo se trata de una cuestión de volumen, sino de las características del empleo. Los datos de CEAPs indican que se trata de un empleo estable, directo, especializado y no deslocalizable, lo que contribuye al arraigo de la población a nivel demográfico, y en el que el 80% de sus trabajadores son mujeres.
Si las cifras actuales ya de por sí nos permiten hacernos una idea de la importancia del sector, las proyecciones demográficas le confieren aún si cabe mayor relevancia. no. Según datos del Ministerio de Sanidad, España tiene la mayor esperanza de vida de toda Europa y la tercera del mundo, solo por detrás de Japón y Suiza, con una edad media de 83,3 años, que se sitúa en los 80,4 años en hombres y en 86,1 años en mujeres.
En nuestro país viven actualmente más de 4 millones de personas con diversos grados de dependencia o problemas de movilidad. A lo que hay que añadir que en los próximos años asistiremos a la llegada a los servicios asistenciales de la denominada generación del baby boom, que demandará enormes cantidades de recursos y supondrá un elevado volumen de crecimiento del empleo dedicado a la atención a la dependencia.
El gasto en España en 2021 dedicado a servicios y previsión social fue de 5.021 millones de euros, que suponen un 1,14% del gasto total contemplado en los Presupuestos Generales del Estado, una cifra muy alejada del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) que destinan otros países europeos, y que resulta insuficiente para atender las crecientes necesidades asistenciales.
La conclusión es que ante este envejecimiento de la población emergen enormes necesidades que el sistema público de protección social y sanitaria tendrá enormes dificultades para afrontar, con unos recursos que están muy por debajo de las necesidades reales de la población.
El futuro de los residentes y de los profesionales dedicados a su cuidado depende de que se inviertan los recursos suficientes para garantizar la sostenibilidad del sistema de atención a la dependencia, lo que requerirá incrementar el precio de la plaza de los servicios concertados, y asegurar unas condiciones laborales dignas para los profesionales.
Por este motivo, desde Dental Residency secundamos la reivindicación de CEAPs sobre la necesidad de inversión de recursos suficientes, y de estimular y facilitar la colaboración público-privada como hemos venido haciendo a lo largo de los años. Las compañías privadas estamos en posición de aportar un gran valor añadido, y de llegar allí donde el sistema de protección público no puede.
Pero es necesario un cambio cultural, un compromiso real y voluntad de colaboración por parte de las administraciones con los distintos actores sanitarios para poder avanzar. Y de cómo afrontemos estas necesidades dependerán la salud, el bienestar y la calidad de vida de miles de personas, y el futuro del modelo de sociedad que queramos construir.